Un control convencional es probablemente el primero en ser empleado, ya que comparativamente es más barato y fácil destruir malezas quemándolas, arándolas, matando a los competidores herbívoros, tales como cuervos y otros pájaros que comen semillas. Técnicas como la rotación de cultivos, cultivos en fajas, o intercultivo, y seleción genética de cultivares resistentes a pestes también tienen una larga historia.