Sus principal síntoma es el hecho de que las hojas se cubren, principalmente en la parte axial, con una capa algodonosa de micelio grisblancuzco a blanco en forma de estrella. En un ataque fuerte las hojas se ponen amarillas y posteriormente se secan.
El hongo se manifiesta inicialmente en plantas aisladas pudiendo cubrir posteriormente todo el cultivo.
Afecta a muchas plantas de jardín como rosas, claveles, crisantemos, begonias, primaveras, asters, dalia, etc. Especialmente cuando estas son cultivadas en invernaderos y el ambiente dentro de los mismo es demasiado húmedo o cuando las flores tienen las raíces demasiado secas.